Salsipuedes

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Especial. Cobertura BAFICI 2012
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Poco más de una hora le lleva a Mariano Luque desarrollar un conflicto de violencia doméstica sin mencionarlo y casi sin mostrarlo. De hecho, un ojo morado es el disparador del relato ambientado en un contexto recreacional: dos días de camping en las sierras. Además de título del film, Salsipuedes es el nombre de la localidad cordobesa donde -suponemos- transcurre la acción y la síntesis de un laberinto sin salida cuyos protagonistas (la pareja compuesta por Tutuca y Rafa) y un entorno más o menos circunstancial (la madre y la hermana de la mujer golpeada) simulan o consiguen ignorar.

La elocuencia de los silencios intra-familiares constituye el otro gran tema de este largometraje proyectado en el marco de la competencia nacional de la 14ª edición del BAFICI. La ausencia de parlamentos extensos y explícitos permite valorar aún más las actuaciones de Mara Santucho, Marcelo Arbach, Camila Murias y Mariana Briski (aunque un poco joven para el rol de madre/suegra negadora, su desempeño es excelente).

El guión, también de Luque, es encomiable por su capacidad de síntesis y de versatilidad a la hora de transmitir el clima de violencia contenida en un ámbito de pretendida distensión. Sin dudas, ésta es una película que revela la importancia de los pequeños gestos que se cuelan entre lo no dicho.

Como Por sus propios ojos años atrás, Salsipuedes sugiere la existencia de un cine cordobés prometedor. La expectativa se aplica a su debutante realizador.