En mi tierra

En mi tierraPara algunos, una película fallida. Para otros, un hallazgo menospreciado. Al parecer, En mi tierra provoca de todo menos indiferencia. Es que, por definición, éste es un film urticante, dada su pretensión de transmitir el clima que se vivía en Sudáfrica cuando a mediados de los ’90 la llamada «Comisión para la verdad y la reconciliación» enfrentó a los asesinos del Apartheid con los familiares de sus víctimas.

Salvando las distancias, la realización del británico John Boorman evoca lo sucedido con La historia oficial, primer largometraje argentino que, apenas restaurada la democracia, buscó retratar a los distintos sectores de nuestro país durante la última dictadura militar. De hecho, ambas películas comparten la intención de mostrar que ninguna sociedad es enteramente culpable de las atrocidades cometidas por el/los Gobierno/s de turno, que siempre existen quienes nunca vieron-escucharon-leyeron nada, lo cual los exime (¿nos exime?) de toda -o al menos de cierta- responsabilidad.

El problema con este tipo de propuestas es que corren el riesgo de impresionar como pensadas para quedar bien con Dios y con el Diablo. En otras palabras, por un lado, denuncian los crímenes aberrantes cometidos por un Estado totalitario y abiertamente impune, pero por el otro liberan a los ciudadanos del peso de la omisión (cuando no secreta connivencia) que suele darle rienda suelta al accionar represivo y genocida.

¿Qué decir cuando a esta supuesta ecuanimidad además se le agrega una historia de amor que redime a la condición humana de su perversión? ¿Cómo interpretar, justamente en una obra sobre las llagas causadas por el Apartheid, el viejo truco de insertar un romance entre -oh casualidad- un hombre negro y una mujer blanca? ¿Qué pensar cuando, por si eso fuera poco, el vínculo es clandestino y se espera que salga a la luz, igual que aquella otra verdad oculta y acallada durante tantísimo tiempo?

Evidentemente, la alegoría es muy obvia y muy maniquea. No sólo por ese tour de force, sino también porque la película aplica otro ajuste igualmente trillado: el desconsuelo, el arrepentimiento de varios ex represores. Como si ésta fuera otra forma de indulgencia ante lo más abyecto de la condición humana. Como si el hecho de ver a ex torturadores mortificados borrara -o al menos disimulara- el costado más monstruoso de nuestra Humanidad.

Ante la posibilidad de ver En mi Tierra, por favor observen detenidamente a la pareja protagónica encarnada por Juliette Binoche y Samuel L. Jackson. Es probable que más de una vez tengan la sensación de que ni siquiera ellos están convencidos de este proyecto.

Después de todo, cómo estarlo cuando la historia oficial vuelve a apoderarse del celuloide. En esta oportunidad, se ambienta en Sudáfrica. Igual que en otras oportunidades, el desafío se repite: ¿definirla como un fracaso, o como una obra de arte? Adivinen qué opción eligió quien suscribe.


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Comments

5 respuestas a “En mi tierra”

  1. Avatar de Lord Henry

    Un par de veces dudé, pero nunca me atreví a alquilarla en el videoclub. Probablemente porque me la había recomendado la señora que atiende, que mira de todo y le pifia casi siempre. Ahora, después de leer tu comentario, estoy convencido de que no vale la pena…

    Un saludo

  2. Avatar de La spectatrice

    No más dudas, Lord Henry. Después de haber recorrido tu blog y de estar atenta a tus actualizaciones, estoy cien por cien segura de que esta película no te gustaría bajo ningún punto de vista.

  3. Avatar de Nataly Vanegas Olaya
    Nataly Vanegas Olaya

    hola, solo queria comentar que la pelicula es un buen retrato de realidad sin llegar a lo que todas suelen llegar, que es ridiculizar a los protagonistas de la guerra, todos hacen un muy buen papel y hacen convencer al espectador de lo que estab pasando . Bien las tima que se tengan que hacer peliculas de este tipo para que la gente se de cuenta de la relidad de los goberno para militares omo el de Alvaro Uribe Velez, ademas queria recomendar que la vieran y no se quedearan con la percepcion de otros pues me parace una vision muy mediocre limitarse a lo que otros piensen .gracias

  4. Avatar de Karina Vargas Colina
    Karina Vargas Colina

    La verdad a mi me parece que es un film bien centrado que trata de trasmitirnos, convencernos y concientizarnos que ninguna guerra tiene sentido y mucho menos las que se originan en un mismo territorio y a su vez que la tortura va en contra de los derechos humanos por lo tanto debe desaparecer por completo, por otro lado es veraderamente necesario saber la verdad e implantar justicia pero con una imdemnizacion para reparar a las victimas no se consuela ni se restablece el sentir de los afectados.

  5. Avatar de Héctor Barceló

    No estoy de acuerdo con nada de los que dices, ya que me parece una excelente película. ¿Cuál maniqueísmo? ¿Cuál cuestión trillada? ¿No es verdad que algunos ex represores se arrepintieron, entonces por qué culpar a la película de eso? Simplemente EN MI TIERRA cuenta la verdad, así a los sabios del cine, que nunca les gusta nada, vean esto como algo «maniqueo» ( palabreja con la cual muchos críticos tienen una intensa fijación)

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