Difícil tarea, la de reseñar un emprendimiento cuyos responsables uno aprecia y valora. Por un lado, existe la preocupación de que la recomendación pueda ser interpretada como un simple gesto amistoso o «corporativo». Por el otro, uno no quiere dejar de deslizar cierta cuestión afectiva, motor de una relación virtual que en este caso cumple casi dos años de existencia.
No importa. El intento vale la pena, sobre todo porque éste es un proyecto con peso propio, cuyo alcance excede el ámbito de la afinidad personal.
Tal como lo presentan sus propios responsables, Cabana Digital es una «joven firma (…) creada como un espacio de discusión centrada en el diseño y la ilustración». De ahí que desde su página principal los visitantes podamos acceder a una interesantísima carpeta de trabajos y a un weblog que invita a hablar sobre artes gráficas, Internet, cine, música.
La bitácora atrapa desde un formato original, elegante, funcional, y desde un contenido regularmentemente actualizado, novedoso, bien redactado. La experiencia es sin dudas enriquecedora, tanto para quienes somos legos en la materia como para los entendidos.
Por si esto fuera poco, Patricia y José despliegan un don de gente que se manifiesta en el deseo de compartir e intercambiar, y en una actitud siempre atenta y amable hacia quienes nos damos una vuelta por sus páginas. Nada más alentador para animarnos a recorrer -y a disfrutar- un proyecto hecho desde Venezuela, con gusto, profesionalismo y muy buena onda.
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