Comparador de distribuidoras eléctricas. En Argentina no se consigue

En la lejana Francia, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y el Mediador Nacional de Energía (MNE) montaron un sitio web con información especialmente destinada a los usuarios (ellos prefieren hablar de «consumidores») de electricidad y gas natural. El 5 de noviembre pasado, ambos organismos oficiales aprovecharon la plataforma online para lanzar un comparador de ofertas que se encuentra al final de esta página, y que los clientes residenciales pueden utilizar para dar con el operador apropiado.

La herramienta es un formulario interactivo que los interesados deben completar para luego acceder a una tabla que, en función de los datos ingresados, muestra las alternativas más convenientes. Además de brindar este servicio específico, el comparador forma parte de una estrategia de concientización sobre la libertad de contratación que rige en un mercado energético hace poco abierto al sector privado.

Después de completar el formulario interactivo, los usuarios acceden a una tabla que muestra las alternativas más convenientes.

Según Le Figaro, el 58% de la población francesa aún no sabe que puede prescindir de la antes monopólica Electricité de France (EDF), y contratar los servicios de empresas «nuevas» como Poweo o Direct Energie. Esto explicaría la necesidad de espabilar a los ciudadanos desprevenidos o desinteresados.

El descubrimiento de este comparador oficial podría reactivar la eterna discusión sobre la (¿in?)compatibilidad entre los fundamentos de los servicios públicos y la lógica de la libre competencia, y/o disparar algún intercambio de opiniones sobre la gestión (¿neo?)liberal de Nicolás Sarkozy. Sin embargo, la autora de este post prefiere limitarse a extender la práctica comparativa al abismo que existe entre la privatización a la francesa y a la argentina.

En nuestro país, la contradicción que supone la existencia de usuarios/ consumidores/clientes cautivos en un mercado desregulado se convierte en una bofetada al sentido común. La paradoja escandaliza cuando nos circunscribimos a la cuestión eléctrica y recordamos la siniestra combinación entre 1.- un servicio deficiente (Edenor, Edesur y Edelap lo prestan en la ciudad de Buenos Aires y alrededores), 2.- un Estado improvisado, incoherente, incompetente, y 3.- un contexto de crisis energética global, irreductible a nuestro descalabro nacional.   

En otras palabras, mientras los ciudadanos franceses cuentan con organismos gubernamentales que les recuerdan su derecho a elegir operador eléctrico y gasífero, los argentinos seguimos siendo víctimas de un modelo privatista que -desde principios de los ’90- se ocupa muy bien de negárnoslo.

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Este post retoma información publicada en Agoravox.


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Comments

5 respuestas a “Comparador de distribuidoras eléctricas. En Argentina no se consigue”

  1. Avatar de Nico
    Nico

    Lamentablemente somos esclavos 😦
    La solucion para el gobierno era adelantar una hora (?) para ahorrar, mientras no cuestionan la calidad del servicio y las inversiones (habra que mandarles un manual para que lean que significa inversion que no sea ganancias).
    Salute!
    Nico

  2. Avatar de José Crettaz

    ¡Interesantísimo tema!
    Saludos

  3. Avatar de María Bertoni

    Separemos un poco los tantos, Nico.

    Estemos o no de acuerdo con su eficiencia, lo cierto es que la aplicación del cambio de horario estacional apunta a ahorrar electricidad. Poco tiene que ver con la vigencia de un modelo privatista que nos tiene cautivos, o “esclavos” como decís vos, y que impuso el Gobierno de Menem (no el actual).

    A diferencia de lo que sucede en Brasil, nuestra política energética es improvisada, y esto es anterior a las decisiones erráticas que toma la administración de CFK (por nombrar a alguien, echémosles la culpa al Ministerio a cargo de Julio De Vido y a la Secretaría a cargo de Daniel Cameron). De hecho, de los ‘90 a esta parte, ninguna administración se ha caracterizado por tomar el toro por las astas en cuanto a la (mala) calidad del servicio que ofrecen las distribuidoras eléctricas y al plan de inversiones (insuficientes) que suelen presentar.

    Estamos de acuerdo con que las inversiones no siempre deberían pensarse o calcularse en términos de ganancia.

    Desde la lógica estatista, la expresión “no siempre” engloba a los servicios de agua, luz, gas. El tema es que, obviamente, el modelo privatista descarta toda lógica estatista, y por eso concibe los servicios públicos como un rubro más que las empresas involucradas pueden explotar para ganar buen dinero.

    Ante esta realidad irreversible (imaginá el escándalo que se armaría si al Gobierno actual se le ocurriera reestatizar el servicio eléctrico), lo mínimo que podemos hacer es exigir la aplicación del derecho de libre contratación que las distintas administraciones (menemista y post-menemistas) vienen negándonos.

    ¡Salute! 😉

    —————————

    ¡Gracias, José! Abrazo.

  4. Avatar de Nico
    Nico

    Tenes razon, leyendolo bien, mezcle las cosas…
    Al nombrar los servicios de libre contratacion, falta tambien el telefono de llamadas locales 😦

    Ah, la unica comparacion que vi en cuanto a servicio electrico, pero en precio, es al pie de la factura de la luz, que hace un cuadro comparativo de cuanto me saldria en otros paises limitrofes lo que consumi en ese bimestre. Comparacion fuera de contexto y fuera de lugar :s

    Salute!
    Nico

  5. Avatar de María Bertoni

    Exacto, Nico: lo que sucede con el servicio telefónico es otro ejemplo de la gran contradicción que caracteriza al modelo privatista made in Argentina. En cuanto a la comparación entre países que figura en las boletas de luz de Edenor, Edesur y Edelap, creo que apunta a confirmar el refrán «mal de muchos, consuelo de tontos». 😛
    Gracias por los varios comments que dejaste hoy.

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