El primer día del resto de nuestras vidas

Un Cuento de Navidad La mayoría de los cinéfilos porteños descubrimos a Arnaud Desplechin cuando su película Reyes y reina se estrenó en Buenos Aires hace dos años. Quienes no hayan apreciado su talento en aquel momento tampoco podrán hacerlo ahora, cuando El primer día del resto de nuestras vidas (Un conte de Noël) desembarque en nuestra ciudad*. Desde esta perspectiva, reencontrarse con parte del elenco (Catherine Deneuve, Mathieu Amalric, Emmanuelle Devos y Jean-Paul Roussillon), colarse en la intimidad de una familia disfuncional, lidiar con una fábula de duración excesiva son algunas de las coincidencias que provocan la sensación de déjà vu perturbador.

Contrariamente a lo que pueda pensarse, la experiencia perturbadora no tiene nada que ver con las anécdotas de muerte prematura, de enfermedad terminal, de infidelidad co-sanguínea, de esquizofrenia adolescente, de enemistad fraterna. En cambio sí molesta el barniz intelectual(oide) de este combo desgraciado, la sospecha de que el guionista y director francés recurre a la tragicomedia para demostrar su pretendida versatilidad.

De esta manera, Desplechin asume una pose entre displicente, crítica, provocadora, y calculadamente conmovedora, que le quita espontaneidad al retrato familiar. De ahí la impresión de que los mencionados Deneuve, Amalric, Devos, Roussillon -así como los demás actores (entre ellos cabe mencionar a Chiara Mastroianni y Anne Consigny)- aparezcan acartonados, incómodos en la piel de personajes tan estereotipados como snobs.

Quizás el aspecto más interesante de Un cuento de Navidad (si nos atenemos a la traducción literal) sea el espacio concedido a la difusión de información sobre un tipo de leucemia y sobre el transplante de médula. También es posible celebrar cierta intención de homenajear al cine o, en otras palabras, la importancia acordada a un televisor cuyas imágenes rescatan escenas de películas conocidas (por ejemplo, alguna protagonizada por Fred Astaire).

Al margen de estos aciertos, algo es seguro: quienes no supieron disfrutar de Reyes y reina harán bien en evitar El primer día del resto de nuestras vidas. Dios no permita que esta otra película de Desplechin les resulte tan pretenciosa, rebuscada, larga, aburrida como su antecesora, dos años atrás.

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* El estreno está previsto para mañana jueves 2 de julio.

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01/07/2009

Cine

María Bertoni

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Comments

11 respuestas a “El primer día del resto de nuestras vidas”

terry

03/07/2009

La verdad que me gustó mucho esta pelicula. Me parece de lo más reductor considerarla como una mera campaña de «difusión de información sobre un tipo de leucemia y sobre el transplante de médula». Reducir la forma al contenido, es también de una cierta manera el mismo tratamiento que hace usted de «una semana solos» (pelicula que no me disgustó).
La critica de snobismo (no sé si se aplica tanto al contenido como a la estetica) me parece también errada. ¿Se le reprocha a Rohmer de haber hecho 80% de sus peliculas sobre burgueses cultos que no paran de hablar de filosofia o literatura? por supuesto que no… Rohmer entre otros, porque la lista es larga… las peliculas de Resnais (el mentor de Desplechin) podrían también muy facilmente ser eticadas de «snobs», pero no lo son.
Lo que más me sorprendio es la comparación con su critica positiva de «una semana solos», porque la brecha entre estos dos directores (y sobre todo entre estas dos peliculas) me parece muy importante. Murga se dedica a ilustrar el libro de Maristela Svampa (lo más logrado es a mi entender el personaje de la chica más chiquita – la del cartel), haciendo pasar el espectador por el mismo estado de aburimiento que los jovenes del country.
En la pelicula de Deplechin, es todo lo contrario, me parece ser un film choral particularmente logrado: los personajes no se disluyen los unos con los otros (como pasa en «una semana solos»), porque conviven con toda su fuerza, como suele pasar con los integrantes de una familia grande (ahí aparece la ambivalancia de los personajes con fuerte personalidad/actores de renombre). Está familia está al final de su ciclo de existencia como nucleo familiar, el punto de ruptura en el cual ya no pueden coexistir sus miembros: de esto trata esta pelicula, dar cuenta de la llegada de este punto de ruptura y de su resolución. La forma con la cual se da (esta resolución) no me pareció «pretenciosa», sino preciosa. Las risas imprevistas de Devos, la conducta hiperkinética de Amalric, el tono tan justo y acerbo de Deneuve transforman esta familia tan irealista en un base solida para este preocupante cuento de navidad.
La spectatrice

03/07/2009

Terry, en ningún momento reduzco El primer día… a una campaña de difusión médica; en todo caso la alusión a la enfermedad y al tratamiento es lo que más rescato de esta película de Desplechin. Tampoco considero que son snobs directores como Rohmer o Resnais; el uso de este calificativo remite -al menos para mí- a una pose forzada que no se me ocurriría atribuirles a estos otros directores franceses… ni tampoco a Celina Murga (no soy yo, sino usted, quien elige hacer la comparación con Una semana solos).

Por lo demás, entiendo los motivos por los cuales celebra Un conte de Noël; leí algo similar escrito por el crítico Luciano Monteagudo.

En honor a la verdad, me cuesta mucho apreciar el talento de Desplechin. Reyes y reinas y El primer… fueron malas experiencias en este sentido. A lo mejor la tercera es la vencida y una próxima película me revele un talento que me pasa desapercibido.

Saludos y gracias por esta otra opinión.
terry

03/07/2009

– Hoy llegué por primera vez sobre su sitio y las dos primeras criticas que leí fueron las de Desplechin y Murga. Me pareció disproporcionado el elogio a Murga, lo cual me incentivó a realizar una comparación entre sus dos criticas y por supuesto de las dos peliculas. Recién vi la pelicula de Celina Murga, pero la de Desplechin, la ví en el Bafici, y su recuerdo es intacto. Había leido también la entrevista publicado en la edición electronica de pagina12 pero recién descubro la critica de Luciano Monteaguda, la cual me parece distinta a la mía (no tengo la pretención ser critico de cine o plagiador), más allá que esa critica es también muy entusiasta.
El termino «pose forzada» (ahora usted lo asocia con los directores cuando en un primer momento se trataban de los personajes «tan estereotipados como snobs«), me parece algo ambivalente, de hecho, ¿eso no se podría llamar «apuesta» o «propuesta» estetica? ¿No son forzadas las apuestas de peliculas como El año pasado en Marienbad o Providence(para seguir con peliculas de Resnais ambientadas en el mundo burgues)?

– Me parece siempre más facil deconstruir/desmontar una pelicula que defenderla, por eso, es suficiente citar un par de escenas/dialogos/personajes mal logrados (lo cual es ausente de su critica).
Al contrario, a uno siempre le es más dificil dar cuenta de la sensación de complitud, equilibrio, novedad o hasta continuidad renovadora (por las peliculas de un mismo director) que le puede proporcionar la proyección de algo que le gusto.
La spectatrice

03/07/2009

Terry, me permití sugerirle la crítica de Monteagudo porque se me ocurrió que podría interesarle no porque lo sospechara un plagiador. Dicho sea de paso, yo tampoco soy crítica de cine; simplemente me gusta escribir sobre las películas que veo.

Desde esta perspectiva declaradamente subjetiva, y no desde la intención de probar una verdad irrefutable, redacto reseñas cinematográficas (que, valga la redundancia, me cuido de llamar «críticas»).

Las discusiones terminológicas me resultan poco interesantes. No obstante, le respondo, por un lado, que retomé el adjetivo snob en respuesta a sus observaciones: usted lo usó para calificar películas (tampoco respetó el uso inicial, atribuido a los personajes); yo volví a usarlo para referirme a los directores. Tengo entendido que toda discusión admite cierta flexibilidad discursiva.

Por otro lado, en cuanto a la expresión «pose forzada», en este caso la utilizo para describir a aquellos personajes, películas, directores que pretenden «épater le bourgeois» con poca originalidad, de un modo artificial y grosero (grosero en tanto explícito).

Por último, me permito aclararle que el objetivo de este post es menos profundo de lo que usted supone. No es mi intención elaborar un análisis deconstructivo (considero que la blogósfera no es un espacio apto para ensayos de ese tenor) sino simplemente explicar porqué Desplechin vuelve a desencantarme.
terry

03/07/2009

No sé si lograra «épater le bourgeois»… ¿crees que se sorprendería/complacería de su propía imagen decadente 😛 ?

Lo que sí sé, es que conmigo funcionó con estas asperezas que le dan su picante!
Pabela

08/07/2009

Película realmente controversial o la han adorado o la han desechado. Particularmente a mí me dejó un sinsabor porque esperaba otra cosa. Ridiculo el título con la que la difunden en clara confusión con la otra sí gradeza cinematográfica de «El primer día del resto de Tu vida» que me parece millón de veces más lograda y emotiva que este duro, pesado y acartonado como bien dices film.
Martina

11/07/2009

Una desilusión total esta película. La tuve que ver en dos veces porque no la soportaba más, pero tampoco quería perderme el final que, en una de esas me sorprendía. Aburrida e inconexa. Situaciones que podrían haber no estado en el film. Deneuve acartonada e inconmovible como siempre. Siempre bien peinada-maquillada-sonriente. Nunca una lágrima o un gesto cercano a un ser humano (y un ser humano terminal, en este caso). Patético film. Un bodrio.
emilio

19/08/2009

Tenía otras expectativas antes de ver el film. Muchas veces las películas largas no lo parecen y uno pretende que no terminen nunca. En el caso que nos ocupa la historia me pareció, en extremo, estirada. No la recomendaría
Alberto

25/12/2009

Ayer tuve la mala suerte de ir al cine, y en la duda sobre que pelicula ver, me deje llevar por las criticas de esta pelicula en la red: «divertidisima» «Obra maestra» etc etc. No segui mi vieja regla de desconfiar de todo lo que se presente en cannes y entré. y fallé
La pelicula es un bodrio: leeeeeenta, le sobra metraje, aburrida hasta el suicidio, y encima con pretensiones de obra maestra..
Si tienes suerte y el cine es comodo y calentito te puedes echar un sueñecito pensando en la cantidad de cosas en la que podrias usar el tiempo que perdiste en ver la pelicula, por ejemplo: sacarte los mocos de la nariz…
Lo curioso es que hay gente que sale del cine asintiendo con la cabeza y dando loas de admiración….
Si el cine intelectual francés llama a tu puerta… ¡huye!
Ariel

05/01/2010

Que loco.
A mi me encantó, y no me gustó nada reyes y reina.
Quizá porque la vi en otro orden.
rk

20/01/2010

Una película aburridisima, reiterativa y hueca. Con dialogos imbeciles y objetivos (llegan a escribir ecuaciones en una pizarra) sobre la muerte propia. Un espanto.