Belgrano, de Billiken a PakaPaka

A partir del 192° aniversario de la muerte de Manuel Belgrano que conmemoramos hoy, los argentinos volvemos a celebrar los dos siglos de nuestra bandera (ya festejados el 27 de febrero pasado). El doble ejercicio de memoria colectiva habrá inspirado la decisión gubernamental de declarar 2012 como «año de homenaje» a este otro «padre de la patria» (etiqueta bastardeada si las hay) que, para muchos conciudadanos, ocupa el segundo puesto en el ranking de próceres autóctonos detrás de José de San Martín.

Los argentinos queremos especialmente a Belgrano. Quienes prefieren ignorar su relación conflictiva con Buenos Aires lo reivindican como «creador de nuestro estandarte» (la escuela se encargó de fijar la leyenda sobre la ocurrencia de un diseño inspirado en los colores celeste y blanco de un cielo parcialmente nublado) y como abogado, economista, periodista, general del Ejército que murió pobre (un ejemplo de anti-corrupción sin parangón en nuestro presente). Quienes renegamos de las estampitas heredadas de Anteojito y Billiken preferimos resaltar su lucidez a la hora de distinguir entre aliados y enemigos en tiempos de lucha independentista (no sólo contra España).

Como San Martín, Don Manuel es un héroe aún para los descendientes de quienes le hicieron la vida imposible. Dicho esto, el recorte de atributos homenajeables da cuenta de una simplificación histórica funcional a los intereses adversarios.

Por su parte, el revisionismo impulsado desde la perspectiva nacional y popular propone una reedición de nuestro ayer en sintonía con la percepción kirchnerista de la actualidad. Recordemos el telefilm biográfico que el canal Encuentro y Juan José Campanella produjeron en 2010 y que destaca aspectos poco difundidos de Belgrano: su condición de militar «a la fuerza», sus ideales de revolución radicalizada (aspiraba a la instauración de una monarquía parlamentaria inca), su insobornable resistencia a la hostilidad porteña.

La participación del prócer en algunas de las excursiones de Zamba se inscribe dentro de esta iniciativa recreadora. El Perro en la Luna se llama la productora a cargo del dibujito animado que emite PakaPaka, y que cuenta las aventuras de un niño formoseño capaz de teletransportarse al pasado.

Un poco como los protagonistas de Viajeros del tiempo, Zamba y su amiga Niña asisten y a veces contribuyen al desarrollo de sucesos históricos nacionales. En los episodios dedicados a la Revolución de Mayo de 1810 y a la declaración de nuestra independencia en 1816, Belgrano los guía, les pide colaboración y les toma lección a modo de conclusión.

A algunos adultos les chocará el sentido del humor que se cuela en la serie. La preocupación de Don Manuel por su imagen (sobre todo por el retrato que descubre en los billetes de diez pesos), el arrastre con las mujeres, la voz aflautada (a mi juicio, demasiado parecida a la de Domingo Cavallo) son detalles inofensivos, cuya magnificación provoca risas en el público infantil.

La experiencia audiovisual roza la herejía para quienes cursamos los primeros años de la escuela primaria durante la dictadura. La osadía de los guionistas nos sorprende tanto como el enganche de nuestros hijos/sobrinos/ahijados.

Belgrano dejó de ser una reproducción pictórica reducida a figurita intercambiable, póster de revista y/o calcomanía para convertirse en una suerte de pop star catódico y online (las excursiones de Zamba se encuentran disponibles en YouTube). La estética de historieta y el plus animado sugiere la influencia de otras reediciones de un pasado colectivo, donde los protagonistas interactúan con personajes de carne y hueso: Astérix, por ejemplo.

Sin dudas, el primer contacto con nuestra Historia se vuelve entretenido. No obstante, vale preguntar qué retienen las cabecitas seguidoras del pibe formoseño más allá del narcisismo, el sex appeal y la vocecita de Don Manuel. Por otra parte, cabe señalar la importancia de la escuela a la hora de sacarle provecho pedagógico a este material audiovisual.

La sola desacralización de nuestros próceres parece no alcanzar para revertir la falta de formación histórica que padecemos los argentinos, y que algunos productos editoriales se encargaron de prolongar en el tiempo. Ojalá conmemoraciones como la de hoy inspiren novedades prometedoras.


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9 respuestas a “Belgrano, de Billiken a PakaPaka”

  1. Avatar de Mabel
    Mabel

    En el dia de la patria Buenos días
    Siempre algo enriquecedor de tu parte,María .
    Yo admiré de Belgrano, entre otras cosas, su poder de convencimiento .No se me ocurre como un hombre de costumbres refinadas y voz aflautada haya podido convencer a los jujeños de dejar lo poco q poseían por la Patria Seguramente el contenido de su relato seria admirable o la gente era mas patriota.
    Era tb un rebelde preclaro,Era necesario tener bandera y la enarboló sin consentimiento del Triunvirato y después siguio su lucha.
    Y lo de morir pobre y vivir y pelear con penurias ,cómo pudo concentrarse en lo importante pdeciendo tantas urgencias .
    Inentendible hoy ,pero él no era candidato, ,era sólo patriota .

  2. Avatar de María Bertoni

    Gracias por el comentario, Mabel. En términos contemporáneos, Belgrano como San Martín tenían verdaderas condiciones de liderazgo: no eran ni jefes ni caciquitos. 😉
    Un abrazo, y buen 20 de junio.

  3. Avatar de Aberel
    Aberel

    Ya sé que no es el tema crental del post, pero me todavía me cuesta encontrar calidad artística en lo poco que veo de PakaPaka. Mencionás influencia estética de Asterix, yo sinceramente no lo veo. Creo que falta mucho para llegar a tener un canal infantil de calidad competitiva. Digo «competitivo» pensando en los que tienen calidad, no en la basura que seguramente es mayoritaria en otros canales. De hecho creería que Encuentro tiene algunas cosas de muy buena calidad objetiva (no todo, por cierto). No sé si se puede decir lo mismo de PakaPaka.
    De todos modos, tampoco sé cuánto pueda afectar esto a la parte pedagógica. Yo sigo creyendo que la educación es una cosa y la producción cultural es otra. Lo que yo le pido a la cultura es calidad.

  4. Avatar de Leandro
    Leandro

    Existen varios estudios en el área de Educación en el que se demuestra que los conocimientos de Historia son difíciles de asimilar -y que se realizan de manera progresiva. De ahí que un pibe de ocho años diga, por ejemplo, que San Martín estuvo el 25 de mayo de 1810 entre los patriotas. Para cualquiera, escuchar eso es alarmante, pero forma parte del proceso educativo. Distinto es escucharlo de alguien con treinta años… Entonces, el alcance una apuesta como Paka Paka es inocuo frente al andamiaje de las instituciones educativas. Sí podrá servir para identificar hechos y/o participantes, pero no mucho más…
    Una buena manera de entender esto es recordar los dibujos animados que veíamos de chicos (pienso en los de Hanna-Barbera, por ejemplo): en muchos se trataban festividades de la comunidad, las que podemos reconocer a partir de vestimentas, ritos, etc., pero casi nunca sostenían un conocimiento histórico más o menos serio.
    Sobre el «revisionismo» alentado por el kirchnerismo (prefiero esa palabra a «impulsado»), me parece que hay que reconocerlo como previo: el hincapié en la condición de civil antes que militar de Belgrano, marca de su compromiso con la Revolución de Mayo, si bien solía ser mencionado, es después de la caída de la figura del militar como un epítome de la Nación (¿hace falta aclarar la razón?), que toma mayor fuerza. Las condiciones de todo proyecto historiográfico exceden a las limitaciones, voluntad y objetivos del gobernante de turno (a menos que fuese, lisa y llanamente, manipulación).

  5. Avatar de María Bertoni

    Aberel, estamos de acuerdo en distinguir entre «educación» y «producción cultural» pero no creo que se trate de compartimentos estancos. En realidad, este post es una especie de desvío de otra idea que tenía en mente: escribir sobre Las excursiones de Zamba lisa y llanamente.

    Descubrí esta serie animada un poco por casualidad, a través de dos nenes que cursan 2º grado en una escuela primaria pública. La ven -y son medio fanáticos- por recomendación de sus maestros.

    Al margen de algunos reparos, el contenido me parece interesante. Tal como comento en el post, no estoy segura de cuánto queda en la cabeza de los chicos. Además de las limitaciones del producto y de la dificultad de asimilación que señala Leandro, me parece que existe un tercer factor a tener en cuenta: los docentes parecen profundizar poco y nada lo que los alumnos ven online.

    Por las dudas aclaro que no quise igualar la propuesta de PakaPaka con Astérix. Simplemente mencioné la historieta de Uderzo y Goscinny como antecedente inevitable cuando hablamos de reediciones entretenidas de la Historia.

    Por supuesto, Leandro, el ejercicio revisionista es anterior al kirchnerismo (deberíamos remontarnos a José María Rosa). Usé el verbo «impulsar» porque pensé en la creación del «Instituto Nacional de Revisionismo Histórico Argentino e Iberoamericano Manuel Dorrego» que depende de la Secretaría de Cultura y que -me parece- es un hecho inédito en nuestro país.

  6. Avatar de Mabel
    Mabel

    Aberel A mi Paka paka me encanta pero a mi adulta .a los chicos q me rodean les parece aburrida ,demasiado didáctica .Claro tb me fascina Bob el constructor creo q no soy muy exigente con los programas infantiles .

  7. Avatar de Mabel
    Mabel

    Aberel, agrego releyendo lo del año anterior q comprobé q a los alumnos de jardin les encanta Paka Paka y a las maestras jardineras tb Vi el entusiasmo q despiertan los héroes nuestros en Tecnpolis las dos veces q fui…

  8. Avatar de Cyn Ju

    María cómo estas, tendría más artículos, ensayos o escritos sobre este tema. Me interesa mucho y lo investigo. Podríamos compartir material. Saludos

  9. Avatar de María Bertoni

    Lamentablemente no, Cyn. Éste es el único post que le dediqué a la recreación mediática de Manuel Belgrano. Saludos.

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