Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo

Con Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo, Gastón Duprat y Mariano Cohn parecen evocar sus inicios profesionales cuando adaptaban cuentos de terror para televisión. Aunque nunca dejaron de invitarlo a proyectos posteriores (para colaborar con el guión y/o para actuar), en esta película vuelven a apostar al carisma de Alberto Laiseca como relator. La dupla cinematográfica se convierte entonces en un cuarteto que termina de integrar Andrés Duprat, hermano de Gastón y co-escritor de una fábula sobre creación, destino, realidad y ficción.

Uno de los aspectos más cautivantes de Querida… es el juego narrativo que admite la interacción entre distintos autores. Por un lado, Laiseca aparece como primer responsable de la historia original (por lo tanto con derecho a comentar a cámara pasajes del cuento y características de los personajes) mientras Cohn y los hermanos Duprat figuran como realizadores de la versión cinematográfica. Por otro lado y dentro de la ficción, el protagonista Ernesto adquiere la facultad de (des)andar su historia personal gracias a los favores y caprichos de una suerte de hechicero o el mismísimo hado.

La oportunidad de regresar al pasado, y sobre todo de poder cambiarlo, supera la problemática del personaje que encarnan Emilio Disi y Darío Lopilato (Cohen y Duprat hacen con ellos lo que Juan José Campanella con Guillermo Francella) para abordar, aunque sea de refilón, la cuestión argentina. «No voten a la Alianza», advierte el Ernesto veinteañero habitado por el Ernesto sexagenario que se traslada de la actualidad a la década del ’70.

A diferencia de Volver al futuro, Querida… evita toda recreación nostálgica del pasado: hasta tomar la teta de la madre se convierte en castigo infernal. Es más, la única coincidencia entre ambas películas es la ocurrencia de un viaje en el tiempo capaz de reparar errores (y por lo tanto de mejorar el presente).

Laiseca, Cohn y los hermanos Duprat comparten con el hado interpretado por Eusebio Poncela una mirada pesimista, por momentos despiadada, sobre Ernesto y por extensión sobre la condición humana. Aunque a todas luces se trata de una comedia negra, este largometraje también es un cuento de terror.


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6 respuestas a “Querida, voy a comprar cigarrillos y vuelvo”

  1. Avatar de Aberel
    Aberel

    Hay un florecimiento de producciones argentinas? O me parece a mí?
    De paso… viste «El gato desaparece»?

  2. Avatar de María Bertoni

    Yo también tengo la sensación de que hay un mayor estímulo a la producción y a la distribución de cine nacional, Aberel. Igual creo que, salvo en el caso de «grandes tanques» como Un cuento chino y Los Marziano, los dueños de las salas comerciales se resisten bastante; de ahí que muchos títulos locales terminen proyectándose en el circuito alternativo.

    Todavía no vi El gato desaparece. Tengo pendientes esta película y Revolución. El cruce de los Andes. ¿Vos sí la(s) viste?

  3. Avatar de Mabel
    Mabel

    Revolucion es maravillosa …Como no viste aun a Rodrigo ,María .???Sacudite el Bafici y andá ya .
    La producción es excelente La iluminación es maravillosa El vestuario es cuidadosisimo y hasta símbólico ,no se puede explicar la dedicación en ciertos detalles del paño desgastado y los colores diversos y la hermosura del uniforme de gala del momento de la arenga antes de Chacabuco Los escenarios ,batallas ,armas,
    elección de elenco desconocido todo también destacable .Una revelación el fraile con sus dudas ,su postura solidaria con la gente y su condena a la guerra y a la postura papal .Otra revelacion un afroamericano q juega ajedrez y q es valiente y arenga a sus hombres .Se ve bien quienes hicieron la historia y las tribulaciones del gran capitan estan ahi planteadas con sutileza firme .El acento se torna natural aunq jamás pensé un San martin españolizado leyendo Billiken .
    El guion (poco y lo preciso) ajustado a las cartas documentadas ,,es alusivo a la realidad q vivimos pero apenitas ,esbozadito ,como con timidez («Estamos haciendo algo grande,cualquier error y todo se lo lleva el diablo ,estoy rodeado de escorpiones»)
    Es obvio q la Gesta Sanmartiana tuvo mérito propio y q nuestro prócer era EL ESTRATEGA pero hacer una película q esté a la altura de esta hazaña me lleno de orgullo y de lágrimas (a mi ,a mi hijo de 17 y a mi hermano de 49 también )

  4. Avatar de María Bertoni

    Gracias por la mini reseña, Mabel. Trataré de saldar la deuda con Revolución… Tengo ganas de verla desde antes de su estreno.

  5. Avatar de Hernando Harb
    Hernando Harb

    No, no hay una «revolución» en el campo cinematográfico local. Es una pariencia provocada por el maremoto politiquero. Revisen bien los títulos. Salvo «Rompecabezas» el resto es bastante triste. Lo último destacable fue «El hombre de al lado». No confundir los tantos. El cine es una cosa muy respetable. Que los comerciantes y mamotretos industriales aprovechen el oportunismo, otra. La realidad es cruel. Falta imaginación, fuerza, pericia, deseos de volar más alto que los gorriones, amar nuestro medio, analizar nuestros espasmos circundantes, dejar de estar aisladoa aferrándonos al pasado; aunque más no sea pronostiquemos futuro para recrear una ciencia ficción que nos ilumine el maravilloso camino del pronóstico del inconsciente; amemos y amémonos para enseñar a amar a nuestros jóvenes creadores. Nunca es tarde. Tenemos gente como para crecer y preparar un futuro maravillosamente enardecido. No seamos tontos. No nos aferremos al pasado. Convivamos. Con todo el afecto del mundo.

  6. Avatar de Mabel
    Mabel

    No me parece Harb .Tu texto es bellisimo pero se puede volar desde el pasado y rescatarlo ,se puede crecer desde el interior hacia uno mismo y se puede se oportuno en la afirmación del vuelo presente y los logros.Chaplin vuela .Kurasowa vuela .Aristarain vuela Ipigna tb y con bajo presupuesto No importa si somos gorriones , cóndores o picaflores Lo importante es el vuelo (o el movimiento )No hay forma de crecer si no nos animamos a hacer La contemplación no hace arte La crítica tampoco aunq ambas ayuden
    Hacer Volar Intentar Eso construye
    Ni siquiera importa si se llega al destino .
    El punto de partida y la perspectiva le dan variedad pero el vuelo es lo importante

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