De haberla visto en mayo pasado cuando se estrenó en Buenos Aires, seguramente habría incluido a Bucarest 12:08 entre lo mejor de 2007. De hecho, la película escrita y dirigida por Corneliu Porumboiu cumple con la difícil tarea de abordar el pasado político reciente de un país -Rumania- con inteligencia, con humor, con sentido de la autocrítica y con una gran economía de recursos.
Aunque se refiere específicamente a la caída del dictador Nicolae Ceaucescu ocurrida el 22 de diciembre de 1989, este film puede resultarnos particularmente cercano a los espectadores argentinos, por lo menos a quienes recordamos los sucesos de diciembre de 2001 cuando también cayó nuestro Presidente (electo) Fernando de la Rúa. Es más, el programa televisivo «de actualidad» que este largometraje simula para repasar lo ocurrido en la capital rumana parece inspirado en algunas emisiones de nuestra caja boba vernácula.
Con apenas 32 años, Porumboiu se las ingenia para retratar el pretendido civismo de sus conciudadanos a partir de una cámara casi fija, concentrada en la entrevista que un ex ingeniero textil devenido en periodista les hace a un docente alcohólico y a un viudo elegido por el barrio para hacer de Papá Noel todas las Navidades. El testimonio de los invitados más la intervención de los televidentes cuyos mensajes telefónicos salen en vivo son las herramientas que el director y guionista utiliza para elaborar un retrato de la sociedad más allá de la «revolución» que habría derrocado a Ceaucescu.
Otra vez, el paralelismo con la Argentina se vuelve inevitable. Primero, por la aparición o mención de ciertos personajes (por ejemplo el ex funcionario de Seguridad de la dictadura que insiste en que sólo se desempeñó como contador y que amenaza al conductor televisivo con hacerle juicio por calumnias e injurias). Segundo, por la sospecha de que nuestras supuestas revoluciones no fueron protagonizadas por «el pueblo» tal como nos lo contaron, sino que se trataron de golpes palaciegos o de Estado*, o de gobiernos que cayeron por el propio peso de su impericia/decadencia** o porque su condición de marioneta ya no le servía a nadie***.
Hace un tiempito Pérez de 791 invitaba a reflexionar sobre la nueva ola de cine rumano que llegó a Buenos Aires de la mano de 4 meses, 3 semanas, 2 días, La noche del Sr. Lazarescu y la película aquí reseñada, y hasta se animaba a preguntar cuál de estos films es el mejor. Difícil responder a esta segunda cuestión cuando los tres largometrajes son muy buenos pero, si hago un esfuerzo, mi ranking es el siguiente: 1.- Bucarest 12:08; 2.- La noche del Sr. Lazarescu; 3.- 4 meses, 3 semanas, 2 días.
—————————————————-
* La «Revolución Libertadora» de 1955 o el reemplazo de Héctor Cámpora.
** Las Presidencias de Raúl Alfonsín y Fernando de la Rúa.
*** La dictadura de 1976-1983.
Deja un comentario