Idiocracia

IdiocraciaPocas cosas tan indigestas como constatar que una crítica o una sátira en principio pertinentes cometen las mismas faltas/errores/abusos que el objeto criticado, burlado o parodiado. Precisamente esto sucede con Idiocracia, película tosca, burda, previsible, desatinada que pretende ironizar sobre las limitaciones intelectuales, culturales y sociales del estadounidense promedio.

Es una lástima. El film escrito y dirigido por Mike Judge tiene buenas intenciones: por lo pronto, advertirnos sobre lo que nos espera si nos dejamos absorber por la TV basura, por la comida chatarra, por los Estados policiales, por el absolutismo tecnológico y empresarial.

También podemos encontrar algunos guiños interesantes. Por ejemplo, la mención de fusiones corporativas muy parecidas a las actuales, o la recreación de una sociedad totalmente enajenada por los medios de comunicación.

Sin embargo, al margen de ciertos aspectos rescatables, esta comedia explota la obviedad, el lugar común, el chiste fácil. De ahí que el Presidente de los idiotas sea un ex actor porno, de raza negra y de apellido Camacho, o que los habitantes del futuro miren televisión en sillones con un inodoro incrustado, o que en 2505 todos sean gordos, sucios y brutos.

En este sentido, Idiocracia es aún peor que Muriendo por un sueño, película que también se caracteriza por presentar los mismos defectos que se propone señalar… afuera. Al menos la producción de Paul Weitz parece un poco más cuidada, y cuenta con la participación de actores más o menos versátiles.

Aquí, en cambio, el esforzado Luke Wilson queda nuevamente encasillado en el papel de tonto no tan tonto, y la usualmente histriónica Maya Rudolph hace lo que puede (no mucho). ¿Acaso será el precio de la idiocracia cinematográfica?


Posted

in

by

Tags:

Comments

Una respuesta a “Idiocracia”

  1. Avatar de ®

    Ahora que estoy pasando un tiempo en EUA sentía que habría menos alternativas de encontrar buena literatura, buen material, pero creo que antes de vencerme, debo intentar; si no, siempre estará México al otro lado 🙂

Deja un comentario