BAFICI-Córdoba-Buenos Aires… Así podría sintetizarse el periplo nacional de Yatasto, largometraje de Hermes Paralluelo que hoy se estrena en el porteñísimo cine Gaumont mientras la cartelera comercial sigue sumando candidatas al Oscar. Cual vuelo circular, este documental sobre la vida de tres niños cartoneros despegó en abril de 2011 de la 13º entrega del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente, hizo escala en La Docta en noviembre pasado, y ahora aterriza en el Espacio INCAA Km O de nuestra ciudad.
En el BAFICI, Yatasto ganó el premio “Mejor película argentina 2011 de la competencia internacional”, el premio UNICEF por su contribución a promover los derechos de la infancia y la adolescencia, y una mención especial de la Federación Iberoamericana de Escuelas de Imagen y Sonido (FEISAL). Estas merecidas distinciones forman parte del reconocimiento que el director catalán y la productora El Calefón cosecharon en nuestro país y en el extranjero.
Desde hoy mismo, la película se proyectará a las 12.40, 16 y 21.10 horas. Quienes vayan a verla apreciarán este trabajo de campo que retrata un aspecto de nuestra realidad y nos invita a la reflexión política y social.
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PD. Aquí, la reseña que Espectadores le dedicó oportunamente al film.
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Actualización del viernes 17
Ayer jueves Miguel Frías le dedicó a Yatasto esta crítica en Clarín. El autor del artículo cuenta que «Paralluelo se centra en un grupo de chicos (…) A través de un magnífico trabajo de campo, logra mostrarlos en su trabajo diario y también en sus vínculos familiares, casi siempre complejos y fragmentados».
La expresión «casi siempre» supone una excepción y, a tono con el análisis de Frías, la excepción aparece en la figura de Chinina, abuela del protagonista Ricardito. Quienes asistieron al estreno del documental en la 13a edición del BAFICI recordarán la presencia de ambos en la charla que brindó el director.
Tanto el film como aquel encuentro revelan el lugar de importancia que la abuela ocupa en la vida de Ricardo. Por otra parte, en Yatasto también intervienen otros adultos atentos a los tres chicos retratados.
Desde esta perspectiva molesta un poco que la crítica de Frías se titule «Crónica de niños solos»… a menos que el responsable de esta síntesis haya querido señalar la soledad social que nuestra dirigencia y la ciudadanía en general suele imponerles a los pibes cartoneros.