Por Jorge Gómez
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Esteban Bullrich es un joven licenciado en Sistemas que, antes de ser nombrado ministro de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, estuvo vinculado a la exportación de frutas. También se dedicó a la militancia política junto a Ricardo López Murphy, que lo acusa de haberle quitado fraudulentamente la conducción del partido.
En estos días, el funcionario porteño fue noticia porque suspendió la impresión de un manual del Bicentenario para uso docente, debido a que contenía “tendencia ideológica” según sus propias declaraciones. Al material censurado ya lo habían denunciado sectores de la Iglesia, alarmados ante la metodología gramsciana que utilizaron los profesionales a cargo del trabajo editorial.
En su introducción, el manual señalaba que el estudio histórico realizado había tenido en cuenta a los “actores subalternos” (pueblos originarios, mujeres, minorías étnicas, trabajadores) según las categorías de Antonio Gramsci, filósofo italiano reconocido universalmente por sus aportes a la sociología. En esta aclaración se basaron distintos publicistas de un anticomunismo nostálgico (Monseñor Aguer, Mariano Grondona, Abel Posse) para agitar “lo gramsciano” con la misma connotación que en otras épocas sirvió para hablar de subversivos, masones, pervertidos, brujas u otro tipo de demonios.
En esta oportunidad, los susodichos obtuvieron un oscuro triunfo. Consiguieron no sólo la censura de un trabajo de meses, aprobado por todas las instancias previas del Ministerio, sino la presentación oficial (a cargo del mismísimo titular de la cartera) de este acto profundamente ideológico como una defensa reparadora de la insidiosa “ideología” infiltrada en los cuadernos.
En síntesis, los porteños estamos ante dos problemas graves: el gobierno de Macri censura los trabajos de los profesionales del Ministerio de Educación, y el ministro es –tal como sugiere este curriculum– un vendedor de fruta.
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Actualización del 04.03.17
Cuando la alianza Cambiemos tomó las riendas de la Argentina el 10 de diciembre de 2015, Esteban Bullrich ascendió de ministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires a ministro de Educación de la Nación. Desde entonces su exposición mediática varía según la atención que nuestra prensa les presta a los conflictos dentro del Ministerio y al enfrentamiento con los gremios docentes, especialmente álgido las semanas previas al comienzo de las clases.
En 2017, el anuncio de un paro nacional activó una campaña de desprestigio contra el dirigente gremial Roberto Baradel, que consistió en acusarlo -entre otras cosas- de ser un maestro trucho (sin título oficial ni experiencia laboral). La treta oficialista provocó por lo menos un efecto adverso: que una buena porción de argentinos buscara o recordara el grado de especialización docente del ministro Bullrich.
En este contexto aumenta la vigencia del artículo que Jorge Gómez escribió para Espectadores en abril de 2010. Por eso días atrás el autor sugirió una revisión de los links con los que enriqueció su texto.
Hizo bien: en los casi siete años que pasaron desde la publicación de aquel post, se renovó notablemente una y se cayeron tres de las doce páginas linkeadas. De ahí los redireccionamientos realizados hoy, y detallados a continuación.
1) En siete años el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) actualizó tantas veces los contenidos de su sitio web que debió dar de baja aquéllos más viejos o perecederos. De ahí que, en esta página que Jorge linkeó a la expresión «exportación de fruta» (primer párrafo del post), no hayan quedan rastros del seminario ‘Fruticultura: tendencia internacional y prospectiva del Cono Sur para frutales de carozo y cítricos», anunciado para el 8 y 9 de octubre de 2003 en la localidad bonaerense de San Pedro, y cuya lista de disertantes incluía al «Sr. Esteban Bullrich» en calidad de «exportador». Por suerte Espectadores pudo redireccionar el link original a la promoción del mismo seminario que encontró en Interempresas.net.
2) Cuando redactó este post en abril de 2010, Jorge linkeó la expresión «haberle quitado fraudulentamente la conducción del partido» (en el mismo primer párrafo) a un artículo de la edición online de Crítica, periódico que cerró cinco meses después. Espectadores reemplazó la nota en cuestión por una del diario Clarín.
3) Desapareció del sitio oficial de Bullrich el comunicado con fecha del 26 de marzo de 2010, que el ministro de Educación -entonces de la Ciudad de Buenos Aires- emitió para justificar la decisión de suspender la impresión de un manual del Bicentenario para uso docente. Por suerte Espectadores pudo recuperar ese contenido gracias a la WayBack Machine y así actualizar el link que Jorge insertó en la expresión «tendencia ideológica» (segundo párrafo del post).
4) Espectadores tuvo menos suerte con esta página linkeada a la expresión «tal como aclara su curriculum», al final del último párrafo. El CV confeccionado en archivo Word para el también desactivado sitio web Propuesta Federal era más elocuente que el Curriculum Vitae que el Ministro ostenta en Linked-in, y que menciona muy al pasar su condición de socio de la compañía multinacional especializada en producción y distribución de cítricos frescos y procesados S.A. San Miguel. Por esta razón, además de redireccionar el link, Espectadores reemplazó el verbo Aclarar por el verbo Sugerir en la citada expresión.