Por supuesto, el Gobierno de la Ciudad está trabajando para terminar con el problema de las inundaciones. Por supuesto, la desidia y la incompetencia son exclusividad de las gestiones anteriores y del actual Gobierno Nacional. Por supuesto, la integridad de los porteños es lo que más le importa a nuestro «intendente» (valga el ¿anacronismo?) Mauricio Macri.
Aún así, es decir, aún con estas certezas en mente, cuesta participar alegremente del concurso que el sitio web del Gobierno porteño lanzó quién sabe cuándo. La invitación a elegir un nombre tanguero para una segunda tunelera destinada a construir «dos túneles aliviadores del arroyo Maldonado» resulta ¿secundarísima?, ¿inoportuna?, ¿burlona? (por favor tachar lo que no corresponda) cuando, a una semana del último gran diluvio, los vecinos todavía recordamos los botes improvisados y los tsunamis desubicados.