Ligeramente embarazada

Ligeramente embarazada o Knocked upAtención, expertos en nadar contra la corriente… Ligeramente embarazada les ofrece la oportunidad de manifestar su desencanto, disconformidad o encono manifiesto ante otra comedia norteamericana que el público local supo entender, valorar y recomendar. Si La joven vida de Juno los decepcionó a partir de una segunda mitad solemne y complaciente, la corrección política de Knocked up les resultará previsible desde un principio, apenas se asomen a este otro ejercicio de humor sobre un caso de embarazo no deseado.

El segundo éxito de Judd Apatow (el primero fue la indigesta Virgen a los 40) se presenta como una propuesta atrevida. De hecho, por un lado critica a una sociedad obsesionada con el dinero y la apariencia y, por otro lado, revela el costado entrañable, solidario, amoroso de veinteañeros que esa misma sociedad considera vagos-drogadictos.

Los tiros por elevación contra los ejecutivos y las figuritas de Hollywood se cuelan desde el entorno de la protagonista que -vaya puntería- trabaja como productora/conductora/movilera del canal de espectáculos E! Entertainment. Las humoradas o gags más o menos groseros/escatológicos provienen del entorno del protagonista, eterno adolescente sin trabajo, sin estudios, sin ambiciones, sin efectivo pero con buenos amigos.

A pesar de sus pretenciones transgresoras, Ligeramente embarazada cae en los lugares más comunes: recurre al viejo truco de la atracción entre polos opuestos; señala la fuerza de un destino más sabio y más fuerte que la planificación humana; apuesta a la fuerza reparadora del amor (un amor a segunda, tercera, cuarta vista, que se construye con el tiempo) y se suma -de una manera simpática, poco proselitista- a la cruzada anti-abortista.

Que conste, expertos en nadar contra la corriente… La disconformidad no será absoluta porque Katherine Heigl y Seth Rogen componen a una pareja querible, porque siempre resulta entretenido ver a actores que se parodian a sí mismos (Jessica Alba, Steve Carell y James Franco son algunos de ellos) y porque -nobleza obliga- todos preferimos que la gente se enamore, sea feliz y, si es posible, se case y tenga hijitos.

Eso sí. A no olvidar que, en materia cinematográfica, ésta es otra buena ocasión para manifestar desencanto, disconformidad y/o encono manifiesto.