Premios Oscar. Renovación predecible

Reseña redactada por Ana.
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Los Oscar 2009El domingo a la noche no hubo demasiadas sorpresas. Slumdog millionaire fue la gran triunfadora de la noche con ocho premios (incluyendo el de mejor película, director y guión adaptado); Frost/Nixon fue la gran perdedora (no se llevó absolutamente nada); Sean Penn, Kate Winslet, Heath Ledger, Penélope Cruz ganaron en sus categorías (tal como se había pronosticado) y la cobertura de TNT para Latinoamérica incluyó el (siempre insoportable) doblaje simultáneo.

Aún así, y aunque duró menos que sus antecesoras (cuatro horas y media), la ceremonia a cargo de Bill Condon y Laurence Mark se distinguió del resto.

Los ganadores más sobresalientes de la nocheEn líneas generales, la producción pareció buscar el visto bueno del público joven. Se proyectaron imágenes de las películas del año, editadas como videoclips y musicalizadas con canciones de moda (en dos ocasiones sonó Coldplay); algunos protagonistas de éxitos taquilleros para adolescentes (por ejemplo, Crepúsculo y High School Musical) presentaron premios e incluso protagonizaron números de baile, y hasta John Legend fue quien subió al escenario para cantar la canción nominada de Peter Gabriel (los veinteañeros estadounidenses conocen más a su compatriota que al solista y compositor británico, presente entre las estrellas convocadas y acomodadas en sus butacas).

Salvo por aquéllas correspondientes al rubro “Actuación”*, las nominaciones fueron enumeradas en función del orden que rige la realización de todo film. Se empezó entonces por la instancia de pre-producción (guión, dirección de cinematografía, arte, maquillaje y vestuario) y luego se pasó a la etapa de post-producción (efectos especiales, banda sonora, edición de sonido y montaje).

Éste fue un verdadero hallazgo no sólo porque se aprovecharon los distintos espacios del inmenso escenario, sino porque se evitó la apabullante entrada y salida de presentadores, y en cambio se permitió que las mismas personas entregaran las estatuillas de hasta cuatro categorías diferentes.

Hugh Jackman como maestro de ceremonias fue otro punto fuerte de la noche. Con o sin compañía, mostró sus dotes de bailarín y cantante en la coreografía de apertura y en otro número a mitad del show.

El actor australiano entonó en vivo e hizo gala de una magnífica voz. No sucedió lo mismo con Beyoncé, que hizo playback cuando ambos coincidieron en el homenaje dedicado a los musicales.

El escenario del Kodak Theatre se convirtió en un espectáculo de luces, pantallas y colores (variaban mucho las tonalidades del piso y de los telones). A diferencia de otras veces, y para maravilla de los televidentes, la orquesta que tocaba en vivo nunca interrumpió los discursos de los galardonados.

La 81ª entrega de los Oscar se asemejó más a una entrega de premios MTV que a lo que tradicionalmente se ve en este gran evento del cine hollywoodense. El cambio de productores buscó desacartonar, es decir, transformar lo tradicional y conservador en llamativo y “consumible”.

El sorprendente Hugh Jackman supera a BeyoncéEn definitiva, el resultado a la vista fue bueno: la ceremonia elevó el rating y generó críticas satisfactorias entre los miembros de la prensa especializada. Por lo tanto, a nivel televisivo, ¡mejor, imposible! En cambio, no puede decirse lo mismo desde una perspectiva cinéfila.

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* La presentación de los premios a la actuación fue otra novedad porque estuvo a cargo de cinco actores distinguidos en entregas anteriores. Aunque interesante, la innovación se pareció más a una campaña a favor de cada candidato nominado que a la introducción de los trabajos ternados.