20 30 40

20 30 40 pertenece a esa clase de películas, series, libros que describen al amor según las distintas etapas de la vida. En este caso, las protagonistas son tres mujeres (el título representa sus edades) que no se conocen pero que de vez en cuando se cruzan por azar en la ciudad taiwanesa de Taipei. El primer contacto con Cupido, la necesidad de estabilizarse, el miedo a la soledad, la posibilidad de volver a empezar son los temas principales de un film poco original pero llevadero, incluso simpático.

La prolífica Sylvia Chang escribió, dirigió y protagonizó este film. Dada su capacidad para hilar tres historias en principio inconexas y su ductilidad tragicómica a la hora de encarnar a una florista cuarentona recién divorciada, el mote de «mujer orquesta» dista de quedarle grande.

Habrá quienes le reprochen la idea -otra vez, poco original- de combinar, superponer, intercalar distintos relatos. También es probable que a algunos les moleste el enfoque claramente femenino, por momentos feminista, de este retrato (a decir verdad los personajes hombres no quedan muy bien parados).

Aquéllos que le temen al cine oriental por considerarlo lento y rebuscado pueden estar tranquilos: 20 30 40 se caracteriza por una estética, un ritmo y actuaciones más bien occidentales. De hecho, éste es otro aspecto que por momentos colabora con la sensación de déjà vu.

Dicho esto, al margen de posibles críticas y reparos, la propuesta de Chang entretiene. Las espectadoras mujeres podrán alquilarla para verla algún domingo a la tarde; con suerte sus compañeros varones sabrán tolerarla.