Mientras esperamos los casi dos meses que faltan para la próxima entrega de los Oscar y de su contracara, los Razzie, se me ocurrió hacer justicia y distinguir a actores (co-)protagónicos siempre ignorados por los organizadores de ambas ceremonias. Es que estos profesionales no son seres humanos (con la excepción de cinco, ni siquiera fueron doblados por seres humanos) y tampoco son dibujos animados. Sin embargo, para bien o para mal, sus intervenciones cinematográficas tuvieron una importancia vital.
Con esta intención reparadora en mente, a continuación publico la siguiente lista abierta -por supuesto- a sugerencias y correcciones. Porque ellos también merecían ser anunciados con el famoso «and the winner is…».
Por un Oscar
Categoría Objetos
… el globo rojo, por su conmovedor desempeño en la película homónima de Albert Lamorisse.
… el Lincoln Continental Mark III, por las escenas de infernal persecución en El auto diabólico.
… la computadora Hal 9000 por su mirada de asesino imperturbable en 2001, Odisea del espacio.
… el muñeco Chucky por su composición del -perdón por la redundancia- muñeco maldito más célebre de Hollywood.
Categoría Animales
… el tiburón, cuya entrega temeraria bajo las órdenes de Steven Spielberg nos mantuvo en vilo de principio a fin.
… Baxter, por su versatilidad perruna en el escalofriante film homónimo de Jérôme Boivin.
… El gallo (¿o gallina?) que se dejó hipnotizar en Y la nave va de Federico Fellini. Aquí la inventiva coreográfica (cómo olvidar esa patita levantada) merecía un galardón aparte.
… los caballos de Crin blanca y El corcel negro. El empate hípico técnico hace que el premio sea compartido.
Por un Razzie (perdón fanáticos)
Categoría Muñecos
… Arturito o R2D2, Citripio o C-3PO y Chewbacca. Premio compartido por toda la saga de La guerra de las galaxias.
… el extraterrestre-tortuga ideado por Spielberg para su taquillerísima ET. Después de este trabajo, no volvió a conseguir un mísero papel.
Categoría Animales
… el chihuahua de Legalmente rubia. El esfuerzo fue inútil. Esta raza perruna rara vez tiene carisma, mucho menos presencia cinematográfica.