Festival de Biarritz. Primer maratón

La Gare du Midi, otro espacio reservado para el Festival de BiarritzLa Gare du Midi, otro espacio reservado para el Festival de BiarritzLa Gare du Midi, otro espacio reservado para el Festival de BiarritzEl Festival de Biarritz sigue transcurriendo con alto nivel de presentismo, y con una programación lo suficientemente ecléctica como para satisfacer la curiosidad y los gustos de quienes llenan las cuatro salas de proyección reservadas para el evento. Aunque conforman apenas una reducida porción de la selección total, las películas reseñadas a continuación representan los diversos criterios que rigen la muestra.

Perder es cuestión de método
Largometraje. Ficción
Inspirada en una novela de Santiago Gamboa y dirigida por Sergio Cabrera en 2004, esta película colombiana es un policial muy recomendable por tres motivos: porque domina las características del género; por su sentido del humor; porque además de entretener desliza Perder es cuestión de métodoun interesante retrato político y social. La dupla protagónica compuesta por el español Daniel Giménez Cacho (el cura de La mala educación de Pedro Almodóvar y actor frecuente en los films de Arturo Ripstein) y César Mora reedita los atributos anti-heróicos del Quijote y Sancho.

Perder es cuestión de métodoPerder es cuestión de métodoSegún IMDb, Perder es cuestión de método se vio en Argentina en el Festival de Mar del Plata de 2005. Con suerte, los videoclubs tendrán alguna versión en DVD.

Esmeralderos
Cortometraje. Documental
También procedente de Colombia, este trabajo de Mónica Moya nos sumerge en el mundo (por momentos submundo) de la explotación y comercialización de esmeraldas. La investigación periodística es tan osada y profunda como lo permite un medio atravesado por la ilegalidad y la marginalidad. Característica habitual de este tipo de realizaciones, las imágenes revelan mucho más que las entrevistas acordadas. 

Aurora boreal
Largometraje. Ficción
Film mexicano original, sentido, bien actuado, pero cuyo desenlace puede decepcionar por sonar a concesión complaciente. No obstante, la experiencia resulta positiva, sobre todo Escena de Aurora Borealporque prueba que es posible hacer buen cine con escasos recursos económicos. Por su tono ensayístico (en este caso sobre el suicidio), esta película escrita y dirigida en 2007 por Sergio Tovar Velarde tiene puntos en común con la excelente La tarea de Jaime Humberto Hermosillo. Sin dudas, vale la pena verla.

A China el golpe
Cortometraje. Ficción
Dieciocho minutos le bastan al peruano Eduardo Mendoza para contar una fábula sobre la marginación y la sordidez humanas. Concisa y certera, esta historia de dos hermanos golpeados en más de un sentido deja al público casi sin aliento, con un sabor amargo en la boca.

La noche de los inocentes
Largometraje. Ficción
Seguramente los seguidores de Jorge Perugorría se pondrán contentos cuando se enteren de la existencia de su participación en esta comedia recién salidita de Cuba. La película resulta simpática porque explota el género de suspenso desde un enfoque costumbrista, y porque la tonada y las expresiones propias de la isla aquí también hacen gala de esa gracia indiscutible. A algunos espectadores les encantará; otros la encontrarán demasiado larga, incluso algo cándida (me incluyo en este segundo grupo).

Lo que vendráArden los juegos y Lo que vendrá
Cortometraje y largometraje. Ficción
Uno y otro son obra del argentino Gustavo Mosquera, y se encuadran en el marco de una suerte de «muestra paralela» a la competencia oficial, que pretende difundir el desempeño de la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). Después de ver ambas producciones al hilo, cuesta entender los motivos de esta selección que no sólo insiste en un mismo estilo -puesto que se trata de un mismo director- sino que remite a un cine a esta altura perimido, detenido en el contexto de los años ’80 (nuestros particulares años ’80).

Probablemente en aquel entonces estos trabajos hayan resultado, además de innovadores, muy oportunos a la hora de reflexionar sobre el futuro de un país recién liberado de las garras de la dictadura. Hoy, dos décadas después y a doce mil kilómetros de distancia, se revelan artificiosos, anacrónicos, absurdos, aburridos. En el mejor de los casos, quien suscribe pudo entretenerse con las actuaciones de los por entonces jovencísimos Mario Pasik, Hugo Soto, Juan Leyrado, Inés Estévez, Alejandra Fletchner (apenas un cameo) y ¡Charly García! Los demás espectadores abandonaron la sala sin entender demasiado, muchos de ellos atónitos y desilusionados. 

Exposición L’Argentine des BasquesPara terminar la crónica de esta jornada, va este párrafo sobre otra actividad del Festival dedicada a nuestra tierra. Me refiero a la exposición La Argentina de los vascos, breve raconto infográfico que explica y describe la migración desde éste hacia el otro lado del Atlántico y que -suele suceder- ocupa el ignorado subsuelo del ayer mencionado Village.

[Decididamente, por el momento nos destacamos mejor en el rugby que en el ámbito cultural*].

————————–
* Aclaración importante: entre los largometrajes nacionales proyectados, figuran La ciénaga de Lucrecia Martel, El aura de Fabián Bielinsky y Madres de Eduardo Walger. Los vi a los tres cuando se estrenaron en Buenos Aires; si bien me gustaron, no tengo intenciones de volver a verlos ni tampoco de comentarlos.