The new adventures of old Christine se estrenó en marzo del año pasado, y desde entonces fue cosechando reconocimiento poco a poco. Probablemente el proyecto le haya resultado todo un desafío a la actriz Julia Louis-Dreyfus. Por lo pronto no es fácil «bajarse» de un éxito tan grande como Seinfeld para luego empezar de cero, aún con un papel protagónico.
Por suerte la ganadora del Emmy supo desprenderse de Elaine Benes, y adaptarse bien a esta sitcom que gira en torno a los avatares de una mujer recién divorciada. El título lo dice todo: las «nuevas aventuras» responden al cambio de estado civil, y la «vieja Christine» alude a la existencia de una joven tocaya que acaba de integrarse al retrato de una familia disfuncional. A saber…
La protagonista tiene un hijo de siete u ocho años y prácticamente convive con su hermano menor, terrible inmaduro que les escapa al trabajo y a cualquier propuesta de pareja estable. Aunque separada, mantiene un vínculo amistoso con su ex marido e incluso con la actual novia de su ex marido, la «nueva» Christine. Tanto que los tres suelen verse e interactuar seguido.
Justamente la relación entre los ex funciona como eje principal de cada episodio. Así la comicidad parte de un reencuentro sui generis, muy poco frecuente en el mundo real.
Como toda buena propuesta, ésta también cuenta con la participación de personajes secundarios igualmente ocurrentes e hilarantes. Por ejemplo, las dos madres «perfectas» cuyos hijos son compañeros de colegio del hijo de Christine y Barb, amiga tan fiel como crítica, intransigente e implacable.
Emitido por Warner Channel, The new adventures of old Christine es un programa recomendable, especialmente para mujeres de 30/40ypico dispuestas a reírnos de todo un poco: del matrimonio, del sexo, de la maternidad, de los quehaceres domésticos, de la rutina, de la vida acelerada, del paso del tiempo, de nuestros defectos. En suma, de nosotras mismas.